...La luz que entra por lo huecos de la persiana mal bajada de mi habitación anuncia a mis ojos que ya es de día. Sinceramente no recuerdo mucho como he llegado hasta aquí, pero tampoco me importa.
Me hago la remolona, no tengo prisa y en un giro de 180º grados entre sábanas, la imagen de tu rostro se proyecta en mi mirada...
¡Ahí estas tú! Tan precioso como cada día.
Tus ojos todavía permanecen cerrados, no sé que sueñas.
La verdad es que yo no necesito cerrarlos cuando estoy a tu lado porque ya sueño despierta...
Me hago la remolona, no tengo prisa y en un giro de 180º grados entre sábanas, la imagen de tu rostro se proyecta en mi mirada...
¡Ahí estas tú! Tan precioso como cada día.
Tus ojos todavía permanecen cerrados, no sé que sueñas.
La verdad es que yo no necesito cerrarlos cuando estoy a tu lado porque ya sueño despierta...
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