Podría escribirte tanto porque,
esas infinitas palabras que salen de tus cuerdas bocales con tanto impacto que hasta asustan, son mercancías directas en mi alma como roces de pasión.
Podría escribirte tanto porque,
el mar negro se volvería cristalino con sólo contemplar el sonido de tu risa.
Podría escribirte tanto porque,
se que tienes esa fuerza que se vistió de gris coraza justo el mismo día que naciste.
Podría escribirte tanto porque,
siempre supe y nuca dude que tu pertenecías a ese coro celestial, que las amapolas se alegran cada vez que te ven pasar y que los rosales sólo por ti esconderían sus espinas.
Podría escribirte tanto porque,
me confiesan en sueños que sólo tu tienes el don de susurrar al viento y que eres el dueño de controlar la intensidad del azul del cielo.
Podría escribirte tanto porque,
los pájaros bailan en el aire cuando te observan desde arriba, y porque si fueras animal serías el Rey.
Podría escribirte tanto porque,
cuando te preguntaron allá arriba que querías ser, no te lo pensaste, y contestaste que a mi lado.

Podría escribirte tanto
y lo cierto es que nada sería suficiente.