A mí el amor me
sirvió para darme cuenta que la felicidad no se esconde.
O quizás me sirvió
para contemplar como el amor siempre corre.
Que llega un día, en
el que todo lo tienes,
Y no sientes en tu
vida reproches.
Pero sin darte cuenta
alguien viene,
Y ya no eres tú,
quién deambula en sus noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario