lunes, 12 de agosto de 2013

Te mentiría si te dijera que ya no te quiero, pero no te miento si te digo que deseo dejar de hacerlo

Esto es lo último que puedo escribirte ya, y que leerán tu ojos siendo tu el principal protagonista de mi cuento, no te consiento más daño, no te consiento más juego. Me voy a obligar a dejar de soñarte, a que sigas invadiendo mis ojos con fotos tuyas que desde ahora y decidido, sin previo aviso, ya van a ser sólo recuerdos.
Hoy desaparezco, me alejo y te aseguro, YA NO VUELVO.
Empiezo a olvidarme de lo que siento para ocuparme de lo que merezco.

Merecería que volvieras ahora mismo, y que me recordarás todo lo que hemos vivido, que dijeras aún te quiero o por lo menos un lo siento, que me llamarás para bajar al portal porque has vuelto, porque has venido a buscarme, yo bajaría aunque fuera en pijama. Porque lo cierto es que si algo merezco es al menos una despedida, un rencuentro, muchos más bailes, carcajadas a media noche cómo las que tuvimos, atenciones, noches interminables en las que sólo hacíamos el amor, luego dormirme apoyada a ti con la tranquilidad de que aún no te marchas. Sabes...yo me hubiera quedado para siempre.
Y por quererte sólo tengo...
Un montón de mierda y un cúmulo de nadas, unos ojos cobardes que ya ni se atreven a mirarme, un corazón roto sin instrucciones para reparar y miles de recuerdos que me van hacer durísimas las noches porque no podré olvidarme de el día que nos rozamos las manos y sentimos algo, tu lo sentiste y ahora sólo lo has olvidado.
Eramos felices y estábamos vivos, VIVOS.





No creíamos fuertes y nos han vencido,
hemos perdido,
te he perdido....
me has perdido...

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