Me cuesta recordar la última vez que fui feliz, se que eso era lo que sentía al verte.
Había una guerra prevista, pero yo nunca tuve miedo. Siempre nos visualice fuertes, casi invencibles... como una construcción sólida que ni el viento tormentoso podría llevarse. Aún vivo pensando que no nos hemos perdido. Después de todo quiero abrir la puerta y echarte, ya casi estas fuera, ya casi te has ido. Ya casi lo he conseguido...
Me pregunto si cada noche piensas en nosotros, en nuestros breves pero intensos recuerdos, sino te atormenta el pensar que jamás me volverás a besar, ni me tumbaré frente a ti,
mirada contra mirada,
sonrisa frente a sonrisa,
latido contra latido,
susurro frente a susurro...
Si eres consciente de que no habrá más noches, mas amaneceres que nos acompañen mientras te ibas alojando en mi vida, despertando intensos, plenos, felices, sobre todo felices...
Me quedo con nuestro último beso, ese que me prometió que no te ibas a marchar jamás, que me hizo sentirme la mujer de tu vida...cuantas veces te lo preguntaba...
Quizá fue el propio miedo que venia por el horizonte y ya me daba avisos, hasta los pájaros sabían que no estaríamos juntos y ninguno me lo dijo.
Miro al cielo cada noche y las estrellas forman la palabra "sonríe" y lo cierto es que sonrío pero no veas como duele.
Cierro los ojos entre certezas, ahora me doy cuenta de quien realmente me quiere y aunque sus consejos sean necesarios, algunos no saben muy bien de que hablan, no están conmigo cada noche...
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