Todo lo que sé de los silencios incómodos lo he aprendido de hablar conmigo misma, de escucharme día tras días, de sentirme tan cerca, de escucharme cuando grito el subconsciente, de el trasfondo que queda en mi después de un millón de palabras de arrepiento y de esperar que pasen un millón de cosas extraordinarias, que le den sentido a la vida.
Y que no sucedan...
Y que no sucedan...