miércoles, 29 de julio de 2015

¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?

Todo lo que sé de los silencios incómodos lo he aprendido de hablar conmigo misma, de escucharme día tras días, de sentirme tan cerca, de escucharme cuando grito el subconsciente, de el trasfondo que queda en mi después de un millón de palabras de arrepiento y de esperar que pasen un millón de cosas extraordinarias, que le den sentido a la vida.

Y que no sucedan...


lunes, 23 de marzo de 2015

Quizás lo mejor en estos casos hubiera sido salir corriendo, gritar, abrir las ventanas para que pudiera entrar ese aire que desde hace tanto y tan poco tiempo te está faltando.

Quizás también, lo mejor es dejar que se marchen, que se vayan, porque al final de tanto que se quedan la que acaba alejándose de sí misma no eres otra persona que tu.

Quizás hayan cosas que duelen tanto, que entras en una espiral en la que sufrir parece estar establecido por ley. Igual de quizás, que aceptar las cosas que sabes que no pegan contigo sólo por miedo a perderlas, sin saber que desde que están sólo estás perdiendo la sonrisa y dando lugar a los miedos.

Miedos, porque has dejado de quererte un poco más, de desear mirarte al espejo porque no te reconoces, porque ocupas demasiado tiempo pensando en las esperanzas que nunca llegarán y porque te estás perdiendo el presente, y lo sabes, y decides no hacer nada más que aguantar y aguantar.

Pero va llegar el día que estalles, y espero que estés presente cuando eso pase.
Para poder atreverme a decirte que no eres lo que quiero tener, que ya no deseo que sigas estando, que abras la puerta y te marches. Sin mirar atrás, si mirarte más.

Porque hay batallas que nunca ganaste, ni vas a ganar jamás. Y espero que dejes de lucharlas pronto porque cuanto antes abandones…menos dolerá.

Sólo una palabra, y serás libre.

Adiós.


(Dila ya).


lunes, 9 de febrero de 2015

Hacer fácil lo difícil, es una de las cosas más complicadas.
Y aún me pregunto cómo lo consigues…
Aprendiendo a trazar líneas circulares
y a pensar que no sólo las líneas rectas pueden llevar al equilibrio.
Y tan de cerca, hasta mi miedo parece silenciarse,
dando paso a una definición exacta de la realidad cuando estamos abrazamos.
A veces, es complicado dejarse llevar,
es frío creer en un tenerse sin tenerte.
Pero también es calor que me que toques sin tenerme
Y así experimentar, que me producen escalofrío los besos que nos damos
cuando te miro y nos miramos.

Y entre las sabanas me encuentro con tu mano.